El signo de la muerte

T-MEC: EL SIGNO DE LA MUERTE

El primero de julio entró en vigor el T-MEC negociado por el gobierno de Enrique Peña Nieto y ratificado, sin más cambios que los solicitados por los EUA, por la legislatura LXIV. No atendieron las reformas solicitadas oportunamente por la comunidad fílmica.

Concluyen más de 25 años de vigencia del TLCAN. En este tiempo existieron los capítulos VIII, “sobre medidas de emergencia” y el XV “Políticas en materia de competencia, monopolios y…”. Nunca se solicitó su aplicación por parte de las autoridades mexicanas.

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) nunca vio las malas prácticas de las trasnacionales estadounidenses en la distribución fílmica . Su inacción, con cargo al erario, nos ha llevado hasta la penosa situación que hoy padecemos. En el T-MEC se mantienen estos capítulos sin grandes cambios. Es tiempo de exigir su debida aplicación para beneficio de nuestra expresión cinematográfica y en busca de un comercio justo para todos los integrantes de la cadena productiva cinematográfica mexicana.

EL SIGNO DE LA MUERTE. 1939. CISA Salvador Novo y Felipe Mier. Dirigida por Jesús Chano Urueta.

Las fallas del mercado que no vio la Cofece.

La industria del cine nacional vive todos los días bajo una amenaza de daño serio que afecta al sector productivo al colocarlo al borde de la descapitalización y la quiebra por competencia ruinosa, debido a las prácticas monopólicas absolutas y relativas por parte de los grandes estudios cinematográficos norteamericanos afiliados a la Motion Pictures Asociation (MPA)*, que actuan en nuestro país con prácticas de cártel, mismas que deberían de haber sido corregidas y sancionadas, desde hace mas de diez años, por la Cofece.

Ante su inoperancia e inefectividad, los gobiernos mexicanos han tenido que corregir, en el siglo XXI, las fallas del mercado a través del gasto, de ahí el apoyo a los fideicomisos fílmicos             

pero con la nueva normalidad post covid 19, este vía parece difícil de sostener y el futuro de nuestra expresión artística  cinematográfica está en grave riesgo. La desaparición de los fideicomisos fílmicos sería una amenaza a la libertad de expresión ya que la mayoría de los mexicanos no cuentan con los recursos suficientes para expresarse a través del cine y por lo tanto se necesitan políticas públicas para garantizar su acceso a los más. ¡Por el bién de México, primero los  pobres!

Autor: Victor Ugalde
Presidente del Observatorio Público Cinematográfico
Integrante de MOCAMM, DIREMOS Y GRECU

https://pasolibre.grecu.mx/detras-de-la-pantalla-anotaciones/

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